miércoles, 19 de enero de 2011

La tercera ola nos ha caído encima

Me refiero al libro de Alvin Toffler, titulado "La Tercera Ola", en el que habla del cambio económico y social en el que estamos sumergidos.

Resumiendo su manera de ver la realidad y la historia, se puede decir que la cosa sería así:

  • Primera Ola: la agricultura hace sedentario al hombre. Se pasa de cazadores-recolectores a agricultores. Aparecen pueblos y ciudades. La población aumenta al haber mayor disponibilidad de alimentos. La ciudad-estado desarrolla posteriormente la nación y el país. Las fronteras pasan de las puertas de las ciudades a los puertos de mar y a los puestos de frontera entre paises. La economía era local o nacional.
  • Segunda Ola: la revolución industrial. Aparece la industria y la producción en cadena, a la vez que una gran cantidad de avances tecnológicos y científicos. Se industrializa todo, la alimentación, el ejército y con él la guerra, los transportes. Se crean las naciones-estado. La economía nacional no es suficiente y trasciende las fronteras, explotando a los paises en desarrollo para obtener sus materias primas.
  • Tercera Ola: la revolución de la electrónica, las telecomunicaciones y de la informática. Desaparecen las fronteras reales, el mundo se globaliza totalmente en una economía globalizada. La nación-estado ya no tiene sentido y de hecho se crean organizaciones internacionales y acuerdos para que de hecho desaparezcan fronteras y aranceles. Internet se afianza como medio de comunicación y relaciones, modificando la sociedad y la economía.
La Tercera Ola ha roto, ha caído sobre nosotros y ya nada será igual. Es un tsunami que poco a poco va inundando todo el mundo, todo el planeta. La era industrial se mantiene apuntalada por la inercia de las instituciones, que aun no teniendo sentido siguen adelante disimulando que realmente no sabe nadie qué es lo que pasa.
Acabo de ver en televisión una serie policíaca, y he comprobado que la ropa no tiene diferencias entre Estados Unidos y España. La misma ropa, exactamente la misma. Los mismos coches (salvando las diferencias que aquí los coches siguen siendo mayoritariamente pequeños) pero de los mismos fabricantes y los mismos modelos. El mundo es ya un país único. Y la economía es única. Más nos vale que los que manejan esto lo reconozcan y al menos dejen de intentar engañarnos aparentando que todo es igual que hace 50 años. Ni mucho menos.

Se sigue hablando de "producto interior bruto" en nuestra economía que apenas tiene producción propia, porque la fabricación se ha desplazado tanto a China y otros paises que dentro de poco aquí no se fabricará nada de nada. Además el PIB se contabiliza con la industria pesada, cuando ha quedado para cada vez menos cosas. La industria del automóvil se considera un pilar fundamental, pero es falso, aquí se reciben las piezas elaboradas en otros paises y se ensamblan formando un coche. Y así todo lo demás. El IPC no se lo cree nadie, porque se pone y se quita para que salga como debe salir. Se nos quiere rebajar el sueldo y la pensión mientras que los políticos despilfarran 12000 euros en un solo dia en el senado para traducir las lenguas cooficiales de las autonomías entre personas que se entenderían perfectamente en español. 

Y es que nada de lo que se hacía hace 100 años tiene ya sentido. La industria está totalmente desplazada. La economía está en manos de la banca. El dinero que circula es "virtual". No tiene equivalencia material. Las cuantas que se hacen son falseadas con total descaro para que salgan como deben salir, da igual de lo que estemos hablando, y no hay manera de saber si son verdaderas o falsas. Las multinacionales tienen tanto poder económico que superan con facilidad el presupuesto de decenas de países y de hecho manejan su economía. Lo más importante es el beneficio y el dinero, caiga quien caiga y a toda costa. La debacle de las religiones está desplazando creyentes de la iglesia católica a otras religiones. Y hay una mayoría de escépticos que no se cree nada de nada, pero aparenta seguir la costumbre porque no sabe qué hacer o prefiere no romper la rutina social. 

Sencillamente tenemos que inventar nuestro futuro. Es el momento de los grandes hombres o mujeres, que no sabrán ni siquiera que lo son hasta que no pasen 100 años. O menos, porque la velocidad de cambio se ha acelerado. Pero está claro que algo va a ocurrir, y es un gran cambio que reconstruirá una sociedad que se desmorona y de las ruinas surgirá la nueva sociedad, y me refiero a la sociedad real.