miércoles, 28 de septiembre de 2011

Soluciones a la crisis: la reforma del sistema bancario

La reforma del sistema bancario puede arreglar bastante este desaguisado. Porque ellos, los que dicen que "saben" de finanzas, son los culpables de lo que pasa, y no nosotros. Nosotros somos sus víctimas.

Empecemos por el principio: nosotros, los trabajadores, somos los que ponemos una gran parte del dinero de los bancos. Sí, con nuestra modesta nómina, nuestros planes de pensiones, nuestra pensión, ya que todo eso se ingresa en el banco. Del mismo modo, al cobrarnos los recibos de la casa, también le damos dinero al banco, y el banco cambia ese dinero de nuestra cuenta a otra cuenta en ese banco o en otro banco, con lo cual también de ese modo contribuimos al movimiento del dinero.

Los grandes capitales están invertidos en fondos, acciones, etcétera, y también los tiene el banco, pero tiene que pagar a cambio más intereses. Les conviene más nuestra humilde nómina, porque no nos pagan nada a cambio de tenerla, y además nos cobran gastos.

Pues bien, si nosotros le damos nuestro dinero al banco, y el banco lo usa para prestarlo a otros a cambio de un interés, nosotros deberíamos participar de ese beneficio que el banco obtiene, o como mínimo no pagar ningún tipo de gastos.

Así que el primer punto de la reforma bancaria sería:

1.- Un banco no puede cobrar gastos por cuenta corriente o de ahorro, si está domiciliada la nómina o pensión y los recibos básicos (agua, electricidad, teléfono).

Pero por supuesto que un banco no es una ONG, por lo tanto, los gastos y los beneficios los recabaría de sus operaciones de préstamos, como hipotecas y créditos. Para eso le damos nuestro dinero y el banco lo presta a quien le parece, y obtiene los intereses.
De aquí obtenemos el punto 2:

2.- El banco obtendrá sus beneficios exclusivamente de los intereses devengados por los préstamos, créditos y otras formulas de financiación que ofrezca al público.

Ante la excusa de que el banco nos ofrece un sitio seguro donde guardar nuestros ahorros a cambio de traficar con ellos, esa misma afirmación está dejando entrever que no hay ninguna seguridad. Si el banco va a la quiebra, o al "concurso de acreedores", lo que pasaría es que se haría un reparto proporcional de lo que el banco tuviera en ese momento, entre los acreedores. Por lo tanto, no recuperaríamos nuestros ahorros, sino una parte, que sería probablemente la mitad o menos.

3.- El banco debe tener siempre depositado como mínimo el capital suficiente para devolver el 100% de los depósitos que tenga, entendiendo como depósitos las cuentas y fondos que se declaren como tales.

De este modo, se podría recuperar el dinero si ocurre un desastre.

No soy economista, ni abogado, ni nada parecido, pero me parece que con estos tres puntos podemos ir pensando que lo que pasa es que estos señores con tanto dinero (mucho de él en realidad es nuestro) deben entonar el "mea culpa" y dejarse de pedir dinero porque no tienen "liquidez". Llamen las cosas por su nombre y digan que han metido la pata hasta el corvejón, y que les han engañado. Como a todos los demás.