Esta es otra de Zetapé, pero es que encima le secundan y aplauden los del Pepé, o sea que se nota que la orden ha venido de arriba, es decir de Europa y de los Bancos.
Porque los amos liberalistas de los políticos quieren que la cosa se mejore, para poder trincar todos lo que se trincaba antes. Qué morro... si no hubieran trincado tanto, no hubiera explotado la "burbuja inmobiliaria".
Acaban de demostrar que son unos y unas lumbreras, los unos y los otros (y las otras, que Bibiana sigue por ahí agazapada). Vamos, que se les ha visto el plumero. Que se ponen a caer de un burro cada dos por tres por chorradas y en algo que es realmente importante, van y se ponen de acuerdo a la primera. Y voy yo y me lo creo.
Pero es que no salgo de mi asombro. Por ejemplo, me gustaría un iPad, pero no me lo compro, porque no me puedo permitir gastarme 679 euros en una virguería tecnológica que al fin y al cabo NO NECESITO. Y tampoco voy a hacerme un contrato fantástico con una operadora de móvil que me lo pone a 40 euros, porque eso es mentira, tendría que estar atado a la conexión a internet con esa operadora 18 meses, con lo cual al final el cacharrito lo pago. Y el caso es que no tengo dinero.
Y si yo no tengo dinero, no puedo llevar a mi hijo a un colegio de pago, ni tener un BMW, ni tener un velero en Puerto Banús. Porque no tengo dinero.
Pero por lo visto, los empresarios y economistas no tienen reparos en pedir un crédito, que luego no podrán pagar, y al final tendremos que pagar los ciudadanos con nuestros impuestos, con lo cual lo que hacemos es llenar los bolsillos de los banqueros... ah, que se me olvidaba que son los dueños del cotarro.
A mí me enseñaron de pequeño que si no tenía dinero para algo, me jorobaba sin eso, y punto. Nada de préstamos personales para pagar préstamos. Nada de tarjetas de crédito. Nada de eso, porque mi nómina no me lo permite. Tiene un límite, es finita, y se acaba.
Está claro que quienes manejan su economía a base de créditos es porque tienen la intención de no pagar si les vienen mal dadas. O sea, que quien corre el riesgo es el banco. Y por eso mismo, por abusar de eso, ahora los bancos no tienen liquidez, y no dan créditos, porque en realidad no tienen con qué darlos. Salvo que el Estado (o sea, nosotros con nuestros impuestos) les "inyectemos liquidez" que es lo mismo que regalarles el dinero con la esperanza de que nos lo devuelvan.
En lugar de esta gilipollez que además no va a servir de nada hasta 2020, con lo cual no sé para qué tanto bombo y platillo, lo que tienen que hacer es una ley de endeudamiento cero, y al mismo tiempo cortarle la cabeza a todo aquel que meta mano en el cajón. Y lo demás son gaitas para marear la perdiz.
