sábado, 10 de noviembre de 2012

Cómo debería ser un banco

En su origen, los bancos se utilizaron para poder viajar sin tener que ir cargando con todas sus pertenencias en los viajes, principalmente porque los salteadores de caminos estaban por todas partes, y cualquiera estaba en peligro de quedarse con lo puesto.

Entonces, se depositaba en el banco lo que fuera de valor y se obtenía a cambio un documento que acreditaba ese depósito. De ese modo, cuando el viajero llegaba a su destino, podía ir al banco y recuperar el valor de lo que había depositado, mostrando el documento. Así empezaron los billetes.

En este momento, la cosa es similar; nadie tiene en su casa el dinero que le pagan en su sueldo cada mes. El banco se encarga de recibirlo de la empresa y transferirlo a tu cuenta. Luego, puedes sacar el dinero en ventanilla o mediante los cajeros automáticos si quieres efectivo, o bien pagar mediante la misma tarjeta en los comercios.

Lo grave del asunto es que el banco usa tu dinero y el mío en inversiones, de modo que con esas inversiones obtiene un beneficio. Una de esas inversiones es los préstamos hipotecarios, que les permite obtener un interés más que elevado, de modo que en la mayoría de los casos, el dinero que han prestado se duplica al final del período.

El caso es que están comerciando con NUESTRO DINERO, de modo que obtienen un beneficio con algo que es nuestro, a nuestras espaldas. Y pienso que eso es inconcebible. De modo que aquí vienen las primeras normas que debería cumplir un banco:

1.- Si un banco usa mi dinero para ganar dinero, me tiene que pedir permiso para comerciar con mi dinero, y si lo hacen, tengo que recibir una parte de los beneficios. Que para eso es mío.

2.- El banco percibirá las comisiones que estime oportunas, y deberá publicarlas claramente, siendo aceptadas por el cliente de forma expresa. No serán válidas las aceptaciones implícitas ni tácitas. Cualquier cambio en las condiciones precisará de una nueva aceptación por parte del cliente.

3.- A los beneficios devengados se le detraerá el importe de las comisiones. Pueden compensarse las comisiones a cambio de los beneficios obtenidos repercutidos al cliente, en ese caso deberá detallarse la cuantía de cada uno de los conceptos aunque el resultado final sea cero.