lunes, 23 de mayo de 2011

El lado oscuro de la economía

Hace tiempo que muchos tenemos la sensación de que todo está corrompido y de que cualquiera es corruptible, solo hay que encontrar su precio.
Ayer ví un documental que me dejó muy mal cuerpo, pero que me resolvió unas cuantas dudas.

Cuando alguien se encuentra a un inmigrante subsahariano vendiendo CD's y DVD's copiados, sin saberlo lo que está haciendo es financiar el yate de lujo de un mafioso. El chino, nigeriano, marroquí, sudanés o lo que sea que te vende el CD, resulta que cobra poco o nada, y ese poco si lo cobra es para mandar a su tierra o para pagar una deuda que incluye el viaje a la tierra prometida.

Y es que es un negociazo de cojones.... los inmigrantes pagan por el viaje una fortuna, que como por supuesto no tienen, la mafia amablemente se la financia, con lo cual tienen de hecho un ejército de esclavos y esclavas que sirven para todo, desde vender discos copiados a prostituirse o robar lo que se les ordene.

Otra cosa para echarse a temblar y relacionada con lo mismo, es el contrabando y el blanqueo de dinero. Durante mucho tiempo estuve cavilando tras ver un documental sobre las naves de los chinos en los polígonos industriales y cómo con una cámara oculta se delataba el propietario de un almacén al admitir que no ganaba nada vendiendo algunos productos. Y no entendía el objetivo de esto, hasta que me dí cuenta de que el objetivo no era ganar con la venta, sino blanquear el dinero.

Y es que otra industria es la del blanqueo de dinero. Comprando y vendiendo aún con pérdidas, se blanquea el dinero. Ahora me explico el restaurante chino junto a los chiringuitos de la playa. Los chiringuitos abarrotados y el restaurante chino vacío. ¿Qué pasa? Pues que los clientes no hacen falta. Se abre el negocio y se simula un tráfico de clientes que en realidad no existe. De lo que se trata es de blanquear el dinero.

Pero lo peor de todo es que las tiendas de todo a 100 (o mas bien todo a 1 euro) son la mayor contribución a ése mercado negro que cada vez más lo inunda todo. Porque lo que ocurre es que cada vez es más difícil distinguir la mercancía "negra" de la "blanca".

Entonces, ¿qué le queda a la industria legal y occidental? Lo único que puede hacer es sacar cada vez nuevos productos incompatibles con los anteriores. Desgraciadamente, eso solo se puede hacer con la electrónica y la informática, y cada vez menos porque el coste del desarollo obliga a poner un precio alto si se quiere tener beneficio, si no lo que se hace es regalar duros a cuatro pesetas. Por eso está todo cada vez más parado.

Paradójicamente, en la informática se ha ganado la partida, porque cada vez más se compran ordenadores originales con el sistema operativo de fábrica y casi nadie compra ya los "clónicos". ¿Por qué? Pues porque el precio es casi el mismo, y por poco más se tiene mucha más calidad y comodidad. Hay que recordar que para instalar un Windows XP había que pasar un par de horas ante el PC, y para tener éxito había que tener todos los CD's originales de los periféricos y las actualizaciones disponibles con una conexión a internet. Eso no hace falta si se compra un ordenador de un fabricante serio. Con lo cual, muchos estamos volviendo a comprar ordenadores "como antes", o sea de una marca conocida.

La solución radica en eso, que el producto falsificado o copiado valga casi lo mismo que el original, de modo que no merezca la pena comprar un poco más barato.