domingo, 17 de mayo de 2009

Aborto libre y gratuito

Iba oyendo la radio cuando me sobresaltó el tono del periodista que hablaba, acaloradamente, del tema del aborto.
Según él, que por lo visto tiene la autoridad que dan los medios para difundir su "docta" opinión, el permitir a una chica de 16 años abortar por su propia voluntad es una barbaridad. Y ponía como ejemplo que a esas mismas chicas se les impide comprar tabaco.

Desde luego es paradójico que no se les permita fumar y que sin embargo se les permita abortar.

Pero no es de eso de lo que se trata. Fumar les perjudica la salud a ella y a su entorno y lo que se pretende es erradicar el "vicio" de fumar. Un embarazo no deseado puede afectarles a la salud, y además puede arruinarles la vida, que con buena salud puede ser muy larga.
A eso hay que añadir que las chicas que no quieren continuar con su embarazo recurren a medios ilegales y además peligrosos, que pueden acabar con su salud definitivamente, o sea muriéndose.
Y eso con la "ayuda" de su familia, de sus mayores y de sus padres.

No veo claro que con 16 años se pueda decidir la vida, pero no veo claro tampoco que puedan decidir por ellas sus padres, porque la decisión de los padres con dinero es ir a abortar a una discreta clínica de Andorra. Y por cojones, oiga.
Así que penalizando el aborto no se evita que haya abortos, si es éso lo que se pretende. La manera de evitar que haya abortos "en masa" es que los chicos y chicas de 13 años en adelante estén informados de las consecuencias de sus actos.

Y si como mi admirado don Gregorio Sánchez dice "una mala tarde la tiene cualquiera", una chica de 16 años puede hacer una locura, o cometer un error, o ser engañada por un sinvergüenza sin escrúpulos, y las consecuencias de esos actos pueden tener un remedio, bienvenido sea el aborto libre.

Porque, ¿que pasa con ese niño no deseado? ¿Se desata el amor maternal en esa chica de 16 años? ¿O maldice una y otra vez su nefasta decisión y la ve crecer cada día, a su lado, creandole unas obligaciones que de otro modo no tendría y arruinando su juventud? Lo más habitual es que desgraciadamente, ése niño pague las consecuencias.

Hace años me casé por la iglesia, y en los cursos "prematrimoniales" me dijeron algo con lo que estoy muy de acuerdo, y es que para traer al mundo un desgraciado es mejor no traerlo. Que el mundo ya tiene demasiados desgraciados. Y algunos son periodistas. ¿Quién es usted para decidir por mí o por una chavala de 16 años?
Aunque se arrepienta, será su decisión. Puede ser otro error para muchos, pues quienes opinen otra cosa no pueden hacer más que actuar en su entorno. Dejen a los demás decidir su destino. Las consecuencias las pagarán de todos modos.

Conozco un caso, lo veo al lado de mi casa de vez en cuando. Llega una pandilla de chicos de unos 20 años, haciendo trompos algunos con el coche, con la música de la que sólo se oye el subwoofer "chumba-chumba" y se paran a hacerse unos canutos, y no sé si se meten algo más porque no lo llego a distinguir.
Pero una de las chicas va andando, empuja un cochecito de niño. Mientras la madre se fuma su porro, el pequeño, que ya comienza a andar, va deambulando por la acera, semidesnudo, sólo con una camiseta de manga corta y el pañal. Menos mal que lleva unos zapatitos. Están a pleno sol, en una tarde cálida aunque no es verano. Cada vez que lo veo, pienso si alguno de esos chicos que están fumando porros con su madre será el padre. No lo parece, por lo menos ninguno de ellos le hace caso al niño. Apenas lo miran, apenas juegan con él. Como si estuviera maldito. Lo ignoran y se dedican a fumar, luego de una hora o así, se van tan rápido como han venido.

¿Merece ese niño pagar las consecuencias? ¿Ha podido decidir esa muchacha? Que por cierto, es mayor de edad, puede fumar, votar y trabajar en la policía o el ejército llevando una pistola.

Qué lástima me da ese niño.

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